Escuela de Impro
Desde la Escuela Argentina de Impro nos proponemos varios objetivos teatrales: representar historias improvisadas creadas en el momento (únicas e irrepetibles), transitar a la vez el múltiple rol de “actor, director y dramaturgo”, y desarrollar herramientas y recursos para el comediante.
La improvisación teatral es considerada una técnica escénica de larga data, encontrando sus raíces en la Comedia del Arte, para luego ser sistematizada como técnica a partir de la experimentación de importantes maestros como Viola Spolin, Keith Johnstone, Robert Gravel e Yvon Leduc, entre otros.
En esta técnica, el improvisador desempeña simultáneamente un triple rol: es actor, director y dramaturgo, y se basa en tres reglas esenciales, como son la aceptación (el “Sí”), la adaptación, la escucha activa.
La improvisación enriquece tanto la formación del actor, como también a personas de otros ámbitos sin experiencia teatral.
Como todo lenguaje, hay que incorporarlo y comprender sus reglas (Sí, en impro hay reglas…). Inclusive, es un lenguaje nuevo para actores con vasta experiencia; en este sentido la práctica de la técnica de impro se convertirá también en un gran entrenamiento para actores, ampliando su espectro de posibilidades.